ANA MARÍA MIRANDO AL MAR

La Rinconada. Punta Ballena. Maldonado (Uruguay), 1948. Antonio Bonet.
En 1936, nada más terminar sus estudios, Antonio Bonet se fue a Paris a trabajar con Le Corbusier. Dos años después emigró a Argentina, donde participó en la creación del grupo Austral, basado en las ideas del GATCPAC. Aunque visitó Barcelona en 1949 y abrió estudio en esta ciudad y en Madrid en 1959, no regresó definitivamente a España hasta 1963.
Entre 1945 y 1948, Antonio Bonet se dedicó a proyectar y construir el conjunto residencial de Punta Ballena, en Uruguay, una urbanización en un área de 1.500 hectáreas con forma de triángulo, cuyos lados son la sierra, un lago y el mar, y en la que se había plantado un gran bosque de pinos, eucaliptos y otras especies. En Punta Ballena se encuentran algunas de las obras más notables de Bonet, como la Hostería La Solana y las casas Berlingieri, Cuatrecasas, Booth y la suya propia, La Rinconada. 
En La Rinconada se tomó una de las fotografías más célebres de la arquitectura española, que muestra a una mujer en el balcón lateral de la casa, mirando al mar, con viento soplando a sus espaldas y empujando hacia delante su falda y sus cabellos. La mujer es Ana María Martí, hija de un ingeniero industrial vinculado al gobierno de la Generalitat de Cataluña, y se casó con Antonio Bonet en 1942. La imagen es, desde luego, emocionante, y demuestra que basta con unos pocos elementos arquitectónicos -una pared, unos peldaños, una losa en voladizo y un pasamanos de acero- para extraer el máximo potencial de un lugar, para que deje de ser un risco junto al mar como tantos otros que hay en la naturaleza y se convierta en un lugar único. Pero para que veamos que ese lugar es único, necesitamos la figura de Ana María.